Al momento de alquilar una plaza de garaje es elemental tener conocimiento acerca de los términos y condiciones. Allí se incluye cada función que le compete tanto al propietario del garaje como el arrendatario, para así en cada circunstancia saber lo que les corresponde.
Son diversos los sucesos que pueden ocurrir cuando arriendas una plaza de garaje, pero el dañarse el mando es uno de los más comunes y del cual las personas tienden a tener más dudas.
Al estropearse el mando del garaje surge la duda sobre quién debe pagar su reparación, si es el dueño del garaje o el arrendatario. Tener esta duda tiene mucho sentido ya que su respuesta no puede sacarse por lógica y dependerá de las circunstancias en las que el mando se haya dañado.
La tendencia de los mandos a distancia para garajes
Años atrás los garajes en general se manejaban manualmente por completos, no existía la comodidad de poder controlarlos a la distancia. No obstante, con el transcurrir de los años y los diferentes avances que ha habido en la tecnología, en la actualidad es posible abrir y cerrar las puertas de garaje con un mando a distancia.
Esto además de brindar confort también proporciona facilidad y rapidez (porque te ahorra tiempo). Ahora no necesitas bajarte del coche ya que desde allí con tan solo presionar un botón del mando podrás abrir la puerta del garaje y acceder sin inconveniente alguno.
No obstante, esto a su vez trajo la desventaja de que los mandos de garaje tienen un tiempo de vida útil y cuando transcurre ese tiempo proceden a dañarse. Además, también existen algunos factores (humedad, temperaturas extremas, polvo, golpes) que conllevan a que el mando a distancia se dañe.
Sin embargo, esto no es motivo de preocupación ya que sabiendo un poco acerca de los aspectos que influyen para determinar quién debe hacerse cargo de los gastos de reparación del mando a distancia, todo fluirá sencillamente.
Tipos de daños en los mandos de garaje
Principalmente existen dos tipos de daños que pueden ocurrir en un mando a distancia de un garaje, la responsabilidad del pago de la reparación será determinada por el tipo de daño que se presente, por lo que es fundamental diferenciar el daño que ocurre en el mando para así asegurar quién se hará cargo de los gastos relacionados a la reparación.
Entre los tipos de daños se encuentran los daños físicos que son ocasionados cuando el mando se cae al suelo o cuando recibe algún golpe. Si esto sucede, quien se debe hacer cargo de la reparación o comprar un mando a distancia nuevo es el arrendatario ya que es un daño que no es producto del agotamiento de la vida útil del mando.
Inclusive cuando determinadas sustancias por accidente son vertidas sobre el mando y afectan su funcionamiento parcial o completamente, los cargos de reparación los debe asumir también el arrendatario. Igualmente ocurre cuando el mando es extraviado, éste debe ser reemplazado por uno nuevo y quien lo debe hacer es el arrendatario.
Por otra parte, están los daños de fábrica, estos son completamente ajenos a los factores externos que se mencionaron anteriormente y a diferencia de los daños físicos, cuando se evidencia un daño de fábrica en un mando de garaje el arrendatario no se tiene que hacer responsable de los gastos, esto significa que la persona que ha de hacerse cargo es el propietario del garaje dado a que el mando no funciona por razones ajenas al arrendatario. Sin embargo, los daños de fábrica se tienden a presentar cuando el mando aún está en garantía motivo por el cual en muchas ocasiones se cambia por otro nuevo sin ningún gasto adicional.