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El mando de la puerta del garaje se encuentra en pleno proceso de peligro de extinción. Las puertas han implementado un nuevo modo de apertura: la domótica. Este sistema inteligente garantiza la tranquilidad y seguridad de la vivienda, puesto que sus aplicaciones permiten controlar los dispositivos mediante un teléfono móvil o una tableta electrónica.

La aplicación de estos dispositivos permite un rendimiento ecológico, responsable con el medio ambiente, puesto que su objetivo persigue la eficiencia energética que, al mismo tiempo, colabora en el ahorro económico. De este modo, se emplea un sistema eficaz que emite escasos, en algunos casos el porcentaje llega al 0%, de gases contaminantes y, además, abarata el consumo de los usuarios… y a un precio de mercado competitivo, es decir, accesible a cualquier tipo de bolsillo.

En este sentido, desde la distancia podemos ser capaces de controlar en todo momento la potencia eléctrica de la vivienda para controlar el consumo energético. Esta ventaja permite en las puertas de garaje mantener controlado el interior y activar una alarma en posible caso de robo o emergencia.

  • Tipos de puertas de garaje

Automatizar la puerta el garaje suele rondar entre los 150 y los 700 euros, dependiendo del sistema y las necesidades que el cliente desee instalar. Existen dos formatos de puerta para garaje: manual o mecánica. Dependiendo del espacio de apertura que ofrezcan, favorecerá mejor un tipo de instalación. El mercado dispone actualmente de una determinada variedad de montajes para escoger:

  • Puerta basculante

Es la más utilizada en las instalaciones de puertas de garaje. Se compone de una abertura de una sola hoja que asciende verticalmente hasta llegar el techo y queda suspendida en horizontal para facilitar la entrada del vehículo. La mitad de la puerta queda hacia fuera y la otra en el interior.

Para este tipo de instalación es necesario disponer de un espacio libre en el exterior del aparcamiento de más de un 1 metro. Una de las ventajas que ofrecen estas puertas es que disponen de una abertura más pequeña (peatonal) para poder acceder de una forma más rápida al interior.

Automatiza la puerta del garaje

  • Puerta prelevadora

Este prototipo dispone de dos hojas: una superior y otra inferior. La que se encuentra arriba suele ser más pequeña, alrededor de un tercio de su totalidad. Las bisagras unen ambas partes de la puerta que permiten el pliege de ambas cuando se activa su apertura.

Estas puertas reducen el espacio exterior y no se precisa disponer de una previa distancia en la vivienda para su instalación. Según el tipo de flexión que practique, el pliegue puede ser interior o exterior.

  • Puerta seccionable

Este sistema maximiza al completo el espacio en una plaza tanto fuera como dentro del garaje. Se compone de varias hojas horizontales que se pliegan en los rieles del marco cuando se activa su apertura. La puerta queda almacenada en el techo, de tal manera evita el espacio adicional.

  • Puerta enrollable

Este modelo sigue la misma estructura que el anterior y se ha creado con la misma finalidad: ahorrar espacio. Sin embargo, dispone de más hojas en horizontal y su funcionamiento es el mismo que el de una persona. Una vez se abre, la puerta se va poco a poco enrollando en el techo.

Un detalle que se debe conocer de esta puerta es que no se recomienda su instalación en aperturas de garaje superiores a los 4 metros, ya que las hojas podrían enrollarse entre ellas y producir un desgaste y deforme.

  • Puerta corredera

Este tipo es diferente a los mostrados con anterioridad. Su funcionamiento es horizontal  y no se separa del suelo, por lo que suele instalarse en espacios muy amplios, como zonas residenciales o chalets. En el momento de apertura, la hoja se desplaza hacia un lado para permitir la entrada del vehículo. Suelen diseñarse con una sola hoja, aunque se permiten más, con una puerta peatonal al lado para poder salir con mayor facilidad de forma individual.

  • Puerta batiente

Otro modelo muy similar al ejemplo, pero dispone de dos puertas que se abren de par en par para dejar pasar el vehículo. Se instalan en lugares que tienen habilitado un camino de entrada para aparcar de forma sencilla.