Los hay en así todos los aparatos electrónicos, los circuitos impresos representan una de las revoluciones en el ensamblaje técnico de componentes y artefactos más geniales de la historia. Lo que comenzó como una simple placa más compacta de circuitos hoy en día se aplica para casi todo, desde computadoras con tarjetas madres ultra complejas hasta los mandos de garajes automáticos que llevamos en el bolsillo junto con el control de cerraduras del auto.
Circuitos impresos en mandos de garaje
Los mandos de garaje, así como dispositivos más tecnológicos de esta era como los smartphones, necesitaban una pequeña placa de circuitos impresos lo suficientemente compacta como para recabar toda la información necesaria para su simple función, abrir y cerrar la puerta del garaje de forma inalámbrica, para que no tengamos la necesidad de bajar del auto y abrirla manualmente. Sus usos mejoran la calidad de seguridad hasta de vida de las personas.
Compacto, pero al mismo tiempo rígido y sólido, lo suficiente como para mantener todos los componentes en su sitio, incluso las líneas de cobre o pintura conductora que los componen. Así deben ser los circuitos impresos que componen nuestros dispositivos electrónicos que usamos en el día a día. En el caso de los mandos a distancia para garaje, estos no solo se bastan con la solidez de la carcasa de plástico o goma resistente que los recubre, también requieren de un elemento que sea de fácil laminado que disipe efectivamente el calor y que aleje las llamas en caso de un aumento súbito de temperatura.
Los circuitos impresos son muy seguros, además de poseer las características que garantizan tu usabilidad aun en condiciones extremas que también incluyen humedad excesiva, y diferentes niveles de temperatura que por lo general averían diversos equipos electrónicos que no están adecuadamente protegidos o simplemente no usan placas de circuitos impresos como centro de sus especificaciones.