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Llegar a casa y que no sea necesario bajarse del coche para abrir la puerta de la cochera, sino que desde el volante, se envíe un comando para que esta se abra por sí sola, permitiendo guardar el vehículo de forma segura y rápida, para luego cerrarla presionando otro botón.

Una de las comodidades más prácticas de la vida de hoy en día, de la mayoría de las personas que tienen un vehículo y además donde guardarlo en su casa.

Las puertas automatizadas

Las puertas automatizadas, se han convertido en una gran ventaja, especialmente para quienes llevan el auto a casa, en lugar de dejarlo en un estacionamiento público. Tanto es de importante este tipo de mecanismos, que inclusive en los edificios, el porton del estacionamiento común.

Se abre mayormente con un control remoto que se activa desde dentro del coche, una medida también de seguridad que evita que el conductor se baje a abrir la entrada y que al cerrarse la puerta del carro, queden las llaves dentro, el tener que dejar en muchos casos, a los niños solos dentro del auto o peor aún, que algún maleante se aproveche del momento en que abandone el auto para robarlo o hacerle algún daño al propio conductor o a los demás ocupantes del vehículo, el garaje se convierte en un sitio seguro en un refugio que en otros momentos sirve hasta para disfrutar de la soledad

Controlar cuando se abre y cierra la puerta del garaje

Ventajas

Otra ventaja de los mandos remotos de garaje, es que con ellos se puede prescindir de un portero, dejando las labores del vigilante de seguridad, a lo que realmente corresponde, que es velar por la integridad de las instalaciones y de las personas dentro de estas, en lugar de estar pendiente de abrir y cerrar un portón de ingreso.

Los mandos remotos de garaje, operan bajo el mismo principio que un control a distancia de un televisor, solo que este en lugar de enviar una señal al conocido aparato doméstico, consiste en un dispositivo pequeño, de bolsillo generalmente, que tiene una serie de botones de comando.

Cada uno con una función específica, que al pulsarse, envía una señal electrónica a través de ondas de radio de corto alcance, conexión inalámbrica tipo Bluetooth, infrarrojos o por codificación de movimientos, a un receptor situado en el control del mecanismo de la puerta, que al ser contactado por esta, activa los motores que mueven la puerta, abriéndola por un corto periodo, suficiente para que el conductor pase a través de ella con el coche y luego se cierra de la misma manera tras llegar al límite el contador de tiempo o, a través de un segundo comando enviado desde el mismo control.