Así como existen historias de terror sobre casa abandonadas, espejos, sótanos y áticos también podemos contar historias de miedo sobre nuestros garajes, la más común de ellas puede estar asociada con la posibilidad de que el mando de nuestro garaje sea copiado de manera manual y sencilla, dándole a perpetrador de semejante acto no solo al garaje y todo lo que en este almacenamos sino también a nuestro hogar. Teniendo siempre esta posibilidad en mente presentamos algunos datos sobre la factibilidad de este hecho.
Sobre los mandos
La primera dificultad dada para este tipo de asaltos está en el tipo de mando. Existe una aplísima cantidad de mandos para garaje en el mercado y estos, así como varían de fábrica, de presentación y de precio, también varían de calidad. No es lo mismo intentar duplicar un mando de garaje que posea un condigo fijo, un mando básico y genérico, que duplicar un mando de garaje de alta seguridad que cuente con un código evolutivo. En una vasta mayoría, los mandos de garaje utilizados en conjuntos residenciales o comunidades de vecinos, así como los mandos usados en chalets y similares, suelen ser mandos de código fijo y los expertos señalan que la mayoría sino la totalidad de estos son clonados con mucha facilidad, incluso existen mandos clonadores que pueden ser comprados en línea por un precio bastante accesible. El modo de usar estos clonadores es igual de sencillo, permitiendo la apertura de las puertas de garaje con la misma eficiencia que un mando original.
Mandos de garaje de código evolutivo
Los mandos de garaje más evolucionados, conocidos como mandos de código cambiante o evolutivo ofrecen un nivel de seguridad mayor. Estos cuentan con un algoritmo de encriptación, el cual les permite mayor seguridad ya que cada vez que se pulsa el mando se genera un código único y que no se repite en usos futuros, validado así la apertura de la puerta. Del mismo modo existen aparatos destinados a copiar estos mandos, sin embargo estos son de myor dificultad de adquisición, con precios mucho menos accesibles y, del mismo modo su uso es más complejo, requiriendo un nivel de conocimiento y precisión mucho más alto.
En conclusión, es cierto que se puede copiar una gran cantidad de manos de garaje, no es común su cambio y actualización y muchos de estos, mientras más antiguos ocurre con más frecuencia, se han quedado obsoletos y ofrecen un nivel de seguridad muy bajo. En casos de considerar necesaria mayor protección se recomienda la adquisición de mandos de garaje de alta seguridad, que ofrecen un sistema personalizado.